Las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús: Un Llamado Divino a la Misericordia y la Salvación
25 de junio de 2025

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Hace más de tres siglos, Cristo se reveló a Santa Margarita María de Alacoque para transmitirle doce promesas profundamente significativas para todos los devotos del Sagrado Corazón de Jesús. Estas promesas, nacidas de un acto de amor inmenso y misericordioso, continúan siendo un pilar esencial para la vida espiritual de los católicos que buscan acercarse más al Corazón de Cristo. La aparición de Jesús a Santa Margarita no solo fue un acto de revelación divina, sino también un llamado urgente a todos los hombres para consagrarse al Sagrado Corazón y recibir sus gracias infinitas. Hoy, estas promesas siguen siendo una fuente de consuelo, esperanza y renovación espiritual.

«Las doce promesas del Sagrado Corazón de Jesús son un llamado a vivir una vida de amor, misericordia y fidelidad, siendo siempre conscientes del infinito amor de Cristo por nosotros.»

El Encuentro Divino con Santa Margarita María de Alacoque
La historia de las doce promesas del Sagrado Corazón comienza con una serie de revelaciones que Santa Margarita María de Alacoque recibió mientras rezaba ante el Santísimo Sacramento. Durante sus momentos de oración profunda, Jesús le confió los secretos de Su Corazón, invitándola a transmitirlos a todos aquellos dispuestos a acercarse a Él con amor y devoción. En sus revelaciones, Cristo expresó Su ardiente deseo de ser amado por la humanidad, apartando a las almas del pecado y guiándolas hacia la salvación.

Las Promesas del Sagrado Corazón: Un Camino de Gracia y Misericordia
Las doce promesas que Jesús le reveló a Santa Margarita son un faro de esperanza para todos los católicos. Entre ellas, destacan promesas de consuelo en las aflicciones, protección en la vida y en la muerte, y la promesa de misericordia infinita para los pecadores. Cada promesa está impregnada de un amor divino que no solo busca la salvación del alma, sino también la transformación interior y el crecimiento espiritual. La promesa de la perseverancia final para aquellos que reciban la Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos, destaca como un acto de amor divino para mantener la fe hasta el último aliento.

La Condición de la Devoción: La Fidelidad y la Reparación
Para obtener las gracias prometidas por el Sagrado Corazón, se requiere cumplir con ciertas condiciones de devoción y sacrificio. Estas incluyen la fidelidad a la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes continuos y la intención de ofrecer cada comunión como un acto de reparación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento. La devoción al Sagrado Corazón no solo busca la recompensa de las promesas, sino también una vida de penitencia y gratitud hacia el sacrificio de Cristo.

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