Santa Teresita del Niño Jesús nació en Alençón el día 2 de enero de 1873 y fue la menor de los hijos que tuvieron sus piadosos padres Luis Estanislao Martín y Celia Guerín. Desde su más tierna infancia deseó ardientemente consagrarse a Dios en la vida religiosa, y por una serie de acontecimientos providenciales, después de verse varias veces rechazada; entró a la edad de 15 años en el convento de Carmelitas descalzas de Lisieux en donde pasó nueve años y seis meses en la práctica constante de todas las virtudes. Se distinguió siempre por su ardiente amor a Dios y admirable confianza en Él, y el tierno amor que desde sus primeros años tuvo a la Santísima Virgen María, que bondadosa se apareció a Teresita cuando, en muy corta edad fue acometida por una enfermedad extraña de la cual fue curada prodigiosamente. El 9 de junio de 1895, fiesta de la Santísima Trinidad, hizo su ofrenda de Holocausto al Amor Misericordioso de Dios, que consta en un hermoso manuscrito que fue hallado después de su dichosa muerte en el libro de los Evangelios que la Beata llevaba día y noche sobre su corazón. Algunos días después de esta ofrenda de Holocausto al Amor Misericordioso de Dios, se sintió de repente herida de una encendida flecha de amor divino. Murió el 30 de septiembre de 1897 a la edad de 24 años no cumplidos y sus últimas palabras fueron mientras contemplaba el crucifijo que tenía en sus manos y estrechaba frecuentemente contra su corazón: Le amo… ¡Oh Dios mío!… Os amo… Poco tiempo antes de su santa muerte decía: Presiento que mi misión va a empezar, mi misión de hacer amar a Dios como yo le amo y de enseñar mi caminito a las almas. Quiero pasar mi cielo, haciendo bien a la tierra. Después de mi muerte haré caer una lluvia de rosas.
Santa Teresita del Niño Jesús ¡Ruega por nosotros!