Siervo de todos
En un tiempo en el que la voz del Señor parece ahogada por «otras voces» y la propuesta de seguirlo entregando la propia vida puede parecer un absurdo, Dios sigue llamando a quien quiere, otorgando a través del Sacramento del Orden, la misión de servir en nombre y representación de Cristo-Cabeza en medio de la comunidad. A toda la Iglesia le urge responder a esta llamada.