Los desvaríos del feminismo y la mujer actual
13 de mayo de 2024

Leía un artículo sobre la  desaparición de los pensadores e intelectuales,  tan admirados en otras épocas, cuyo pensamiento tenía valor, y cuya sabiduría era un referente para el que quisiera buscar la verdad. Creo que siguen existiendo, y muy buenos, el problema es el momento en que nos ha tocado vivir, fruto de años de desinformación, en el que a la  simple y variada opinión   se le ha dado el valor de verdad, y los  sentimientos y apetencias prevalecen sobre lo que “es” y debería ser.

La «cuestión de la mujer», como a mí me gusta llamarlo, y el concepto del  feminismo  no se escapa a los desvaríos que ha traído la instauración de la posverdad, en la que todo cabe. El feminismo, en otra hora definido como una causa noble, ha tenido varias etapas, adquiriendo, gracias a los movimientos ideológicos, un cariz que ahuyenta a la mayoría de nosotras. Si llegó a enfrentar a la mujer al hombre, en la actualidad ha conseguido  enfrentar a las propias mujeres.  Los últimos movimientos ideológicos se han ido apropiando de este concepto, desvirtuando su significado, con la intención de transformar en justas unas reivindicaciones basadas en impulsos y sentimentalismos, atacando a cualquiera que no defienda sus postulados. El problema es que estas personas han llegado al poder, el poder social a través de medios de comunicación, y el impositivo y cohercitivo, a través de leyes, anulando una de las causas más nobles: la  libertad,  cuya garantía y derecho solo se protege con la información para poder elegir.

La manipulación del lenguaje: cosa de años

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua:  feminismo  Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna ‘mujer’ y el fr. -isme ‘-ismo’.

  1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
  2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.

Está claro que esta aspiración de  igualdad en derechos entre la mujer y el hombre  no presenta mayor problema en los países occidentales. Los datos muestran que estamos cerca de conseguir que los «derechos» ya formales, sean totalmente reales, y que por el contrario, la mujer progresivamente ostenta más derechos y privilegios incluso por encima del hombre en algunos casos como son las cuotas o la presunción de culpabilidad en el caso del maltrato.

Aunque se siga reclamando la igualdad en el desempeño de puestos directivos o a nivel salarial, estas diferencias disminuyen en función del puesto de trabajo, el nivel, la formación y especialmente, con la edad.

El gap más importante sin embargo, se centra en los países llamados en vías en desarrollo (aunque todavía distan mucho del mismo), y especialmente cuando la religión o la cultura hace estragos en la defensa de los derechos humanos. Pero  no veremos a ninguna feminista haciendo huelga de hambre ante la embajada de Irán o la India por ejemplo.

El concepto de  posverdad (1) se utilizó por primera vez en su versión inglesa, en 1992 en el contexto de unas reflexiones críticas sobre algunos escándalos de las presidenciales de Nixon y Reagan, alcanzando el punto de más difusión con la victoria de Trump y el Brexit. La posverdad, al  negar la verdad y relativizarla,  ha cambiado los paradigmas, y el feminismo también sufre las consecuencias de esta  manipulación de conceptos.  Además, y pese a que en un primer momento se consideraba al posmodernismo, como un  movimiento filosófico progresista reclamado por la izquierda, la derecha se ha sumado a esta “ideología progresista” solo por el hecho de estar de moda. De esta forma, toda la sociedad se ha empapado de este  «supuesto progreso».

«La mujer progresivamente ostenta más derechos y privilegios incluso por encima del hombre en algunos casos como son las cuotas o la presunción de culpabilidad en el caso del maltrato «

La moda se ha erigido en moral,  y no estamos hablando de la forma de vestir, sino en todas las actuaciones que se han generalizado y por tanto adquieren validez sólo por tener seguidores. Pero la moda cambia, y lo que hoy se considera bueno o bonito, mañana estará en desuso. Pero someter a la verdad a los movimientos caprichosos de la moda tiene unas consecuencias más importantes que cambiar de pantalón, y trae consecuencias para las personas concretas. La esencia femenina se diluye en reivindicaciones, que llegado un momento dejan de tener sentido y el mundo se pierde lo que la “mujer” aporta, anulando esta diferencia e intentando transformarla en algo que se distancia cada vez más de su naturaleza.

Si el  trashumanismo  es la concepción del progresismo moderno llevado al extremo en el hombre en general, y dirigido a  transformarlo, el  género  lo es del feminismo progresista que culmina en el. transgénero.

La  ausencia de valores  nos recuerda la célebre frase de  Chesterton: “gentes que han dejado de creer en Dios para creer en cualquier cosa”.

Historia de la Mujer 

Pese a que las  figuras más conocidas en la reivindicación de los derechos de la mujer  son las famosas sufragistas, pocos saben que el origen de las primeras reivindicaciones feministas vino precisamente por la defensa de los indefensos. Ante la injusticia de la esclavitud, mujeres, madres de familias numerosas, levantaron sus voces para defender los derechos de las personas de color.  Tan libres se sentían que no se dieron cuenta hasta ese momento de que ellas mismas no tenían esos derechos y, por tanto, no podían ayudar a reconocerlos.

En 1837 se celebró en Nueva York el Primer Congreso Antiesclavista Femenino, organizado por tres sociedades antiesclavistas femeninas. Y en 1840, un grupo de mujeres abolicionistas estadounidenses encabezado por  Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott  asistieron a la Convención Internacional Antiesclavista celebrada en Londres en 1840. Allí se vetó la presencia femenina en la sala porque, curiosamente, entendían que la mujer tenía «una constitución física que no era apta para las reuniones públicas o de negocios». De esta suerte,  Cady Stanton y Mott  tuvieron que seguir el desarrollo de la convención escondidas detrás de una cortina en una tribuna. Pero esto no las amedrentó, sino que ante esta discriminación decidieron convocar otra convención para defender los derechos de las mujeres. Así surgió  el primer foro público colectivo de mujeres en 1848  en Séneca Fall. Las paradojas de la vida llevaron a que los hombres de color pudieran votar antes que las mujeres que los habían defendido.

Tampoco se habla del valor de ciertas mujeres que se dedicaron a estudiar el papel de la mujer consiguiendo puestos por mérito propio. Me gustaría destacar el caso de  Mary R. Beard  (1876-1958), modelo de muchas más que vinieron después, quién demostró la misma pasión por la historia que por la defensa de los derechos de la mujer, y en especial de los de la mujer trabajadora, demandando educación y leyes proteccionistas. Beard se implicó en el movimiento sufragista americano hasta que fue aprobada la 9ª enmienda, que daba a las mujeres el derecho al voto, mostrando más tarde su desacuerdo con los siguientes objetivos feministas y buscando otros caminos para defender a las mujeres. Consideraba que la «Enmienda por la Igualdad de Derechos» eliminaría las leyes que ya existían para proteger el trabajo de las mujeres obreras, y cuya protección debía ser distinta de la de los hombres ya que atendía a su especificidad, como por ejemplo era el hecho de  poder tener tiempo para atender a sus hijos y amamantarles.  Beard también se alejó del pensamiento extremo que consideraba a las mujeres víctimas.

Banner a Definir 300 x 1050 px
¿QUIERES COLABORAR CON EXPERTOS EWTN?

Si quieres apoyar la difusión de la verdad y la defensa de principios y valores, postúlate como VOLUNTARIO para participar como Columnista Experto. Completa el sigiente formulario con todos tus datos.

«

Parece que a pesar de los años, seguimos anclados en las mismas cuestiones sin resolver, que son la verdadera problemática como la conciliación y la defensa de la maternidad

En relación a esto, hay miles de historias de  mujeres que han demostrado lo que ahora muchas se niegan a reconocer,  que a pesar de que no tenían efectivamente los mismo derechos legales, tenían la misma dignidad y profesionalidad, que muchas demostraron a lo largo de siglos con muchas más dificultades que en el momento actual. Tal es el caso de  Laura Bassi  (nació en 1711), madre de 12 hijos, experta en física y matemáticas, junto a su marido inauguró un laboratorio y una escuela de física privada en su domicilio y ocupó la cátedra de Física Experimental del Instituto de ciencias de Bolonia por encima de su marido.

Como ella ha habido muchas mujeres más que no se consideraban tampoco víctimas, por citar a algunas:

María Montessori, Olympe de Gouges, Gertrude Bell, Miláda Horákova, Harriet Beecher Stowe, las hermanas Grimké, Elizabeth Candy Stanton, Lucrecia Mott, Edith Stein, Susan B. Anthony, Ernestina de Champourcín, Monserrat Caballé, Hanna Arendt, La monja Egeria, Emily Roebling, Margot Duhalde, Clara Campoamor, Rosalía de Castro, La Reina Isabel “la católica”, Hildegarda de Bingen, Isabella Bird, Laura Bassi, Gertrudis de la Fuente, María Curie, Agatha Christie, Mary Shelley Hay, Cecilia Böhl de Faber y Larrea; Madre Teresa de Calcuta, Ida Lupino, María de Maeztu Whitney, Rita Levi, Leni Riefenstahl, Hedy Lamarr, Bertha Benz, Juan de Arco, La Felipa, Gertrude B. Elion, Margarita Salas, Inge Lehmann, e incluso Hatshepsut, la mujer que fue faraona de Egipto.

Y así infinidad, cientos, miles de mujeres a lo largo de la historia  y las que nos quedan por descubrir.

Equilibrio y verdadera femeneidad

Los más de  6.500 genes distintos entre hombre y mujeres,  hacen que no se pueda obviar las diferencias anatómicas y fisiológicas entre unos y otros. Estudios recientes muestran que la conectividad cerebral masculina y femenina es diferente entre ambos sexos,  consolidándose durante el desarrollo y que se manifiestan principalmente en la adolescencia y en la edad adulta. Estas diferencias definen características estructurales, sistemas funcionales y comportamientos dominantes. Este es precisamente uno de los grandes valores que las  feministas “auténticas”  defienden a la hora de reivindicar el papel de la mujer en puestos directivos: los liderazgos complementarios.

Las características de la “esencia” femenina constituyen precisamente la  aportación de la mujer al mundo,  como decía  Concepción Arenal,  una de las primeras feministas españolas, quien en su libro “La mujer del porvenir” destaca todas las cualidades femeninas con las que la mujer contribuye a una sociedad más humana y empática. Lo que ahora se llama  liderazgo femenino,  y que está tan de moda y manoseado a la vez.

Arenal detallaba lo que perdía la mujer si no recibe educación, lo que perdía el hombre si no la dejaba  participar, y lo que perdía finalmente la sociedad.  Queda claro que ella, que estudió derecho y asistía a las tertulias disfrazada de hombre, hablaba de igual dignidad, derechos y obligaciones, pero desde una esencia claramente femenina, defendiendo lo que la mujer, por ser mujer y tener ciertas cualidades específicas puede aportar al mundo, además de conocimientos, ámbito en el cual no había diferencia alguna con el hombre. Defensora de los derechos femeninos, reconocía en su libro, que la mujer, pese a no tener los mismos derechos y posibilidades que los hombres, si era reconocida a nivel social y familiar.

Edith Stein,  ya por los años 30 del siglo pasado, defendía lo que identificaba y definía a la mujer como tal, siendo esta naturaleza la base de su realización personal e incluso profesional, reivindicando por ello la presencia de la mujer en todos los sectores profesionales como una necesidad, precisamente por esa gran aportación. Decía (2):

«Una sociedad o estamento, público o privado, que prescinda de la mujer, está perdiendo uno de los principales valores de la humanidad… La mujer tiene que saber desarrollar su feminidad. Si renuncia a ello está frenando el desarrollo de su ser, y está  privando a la humanidad de ese don,  y no habrá cambiado nada la sociedad con la presencia en la vida pública de la mujer.»

La mujer -como argumenta  Camille Paglia,  unida al movimiento feminista extremo en su juventud- es más poderosa que el hombre, el feminismo extremo da por hecho que el poder es del hombre y no es consciente del que ella tiene: la mujer puede dar vida, y es una experta cuidadora y acompañante por eso sabe dirigir”. No en vano las primeras feministas estaban en contra del aborto y defendían la maternidad, todo lo contrario a lo que los movimientos posteriores han reivindicado como  logros,  y para rematar la jugada y crear más confusión, mal llaman  «salud sexual reproductiva».

El objetivo buscado no es la igualdad cuando todas las acciones y políticas buscan un enfrentamiento. Acusar al hombre de todas nuestras supuestas desgracias y hacerles culpables, con teorías sobre imposiciones heteropatriarcales, ante situaciones que además dejaron de existir en occidente hace mucho tiempo, parece no ser un argumento válido que sustente las teorías feministas actuales. Seguir hablando de la imposición del heteropatriarcado y semejantes «palabros», ya es un poco  aburrido.  Es el momento de unir y construir.

Si nosotras, mujeres maduritas, ya tuvimos más compañeras que compañeros en la Universidad, elegíamos la carrera que más nos atraía, si no tuvimos trabas para acceder al mercado laboral más allá de la pregunta sobre si tenías novio o estabas casada, no podemos entender que  nuestras hijas tengan que oír unos mensajes que nosotras nunca oímos.

Santa Teresa de Jesús,  mujer terriblemente femenina, mostró sus grandes dotes políticas y administrativas sin rechazar la figura del varón, pero reivindicando y defendiendo la dignidad de la mujer, su derecho a ser respetadas y su autonomía. No por ser de otra época, ni por ser mujer, era menos y supo conquistar grandes cotas siendo simplemente mujer.

La mujer fuerte y femenina no teme al hombre, no necesita enarbolar ninguna bandera feminista o no cae en reivindicaciones agresivas ni revanchismos, y desde luego, no busca transformarse en lo que no es, porque ya está orgullosa de lo que es, de las cualidades que tiene y puede potenciar y de lo que puede aportar. No necesita cuotas que no demuestran excelencia, ni garantizan un trabajo profesional, sino  privilegios.

Si a nivel de formación y desarrollo intelectual, profesional o artístico no nos diferenciamos de los hombres, las únicas políticas que realmente hacen falta deben dirigirse a  apoyar la maternidad de la mujer  que coincide con la de un mayor esfuerzo profesional. Solo en ese momento la mujer necesita ayuda, que no consiste precisamente en más meses de baja para el padre, como denuncia el colegio de pediatras, ni ayudas para atrasar la misma por la «congelación de óvulos».

Por otro lado,  la verdadera libertad viene cuando eliges,  para ello la mujer no debe tener presiones externas, ni por la elección del grado que desea estudiar, ni porque su objetivo sea únicamente ser directiva, o no serlo, o simplemente aspire a cuidar a su familia.

Me gusta cambiar el término “renuncia” por  elección.  Cualquier elección implica tomar un camino u otro alternativo y no por ello tenemos que impregnar esta elección de una connotación negativa como es la renuncia, especialmente cuando se refiere a  algo tan maravilloso como es dar vida, cuidarla y acompañarla.

Durante siglos la mujer ha sido clave en la  transmisión de valores  e incluso de la fe en la familia. Los valores y la coherencia de vida con ellos son, finalmente, los que definen a las personas. ¿Por qué renunciar ahora a este papel?

 

«Las verdaderas políticas de apoyo a la mujer vendrían de la mano del cuidado y exaltación de la maternidad, del reconocimiento social y legal de la gran aportación de la mujer en este sentido propio y específico de ella.»

Los desvarios del feminismo actual

Acusar al hombre de todas nuestras supuestas desgracias y hacerles culpables, con teorías sobre  imposiciones heteropatriarcales,  ante situaciones que además dejaron de existir en occidente hace mucho tiempo, parece no ser un argumento válido que sustente las teorías feministas actuales, además de ser cobarde. Pero en un mundo donde la moda es “todo vale”, con una falsa libertad y respeto instaurados (no hay mejor situación para el poder, que el ciudadano se sienta libre cuando no lo es), el desastre está garantizado y es  caldo de cultivo para colar cualquier ideologías,  a pesar del daño que haga.

Hace algún tiempo una amiga me preguntaba acerca de cómo hablar con su hija. Esta tenía una compañera lesbiana, la cual en un momento dado empezó a sentir cierta atracción por los chicos, con lo cual, como se consideraba lesbiana, se empezó a torturar con que era gay. La hija estaba preocupadísima por su compañera, pero no entendía que simplemente era una chica “normal” y  el lesbianismo no era más que una simple exaltación de la amistad femenina propia de la adolescencia.  La empanada mental estaba asegurada. Así están viviendo miles de jóvenes esta situación, totalmente indefensos y en la que los padres muchas veces no saben ayudar, o incluso no pueden hacerlo.

El  ensalzamiento e imposición de las Teorías  y lenguaje Queer y Trans, ha llevado a un enfrentamiento de las «feministas actuales» con las feministas tradicionales, (con las que a pesar de no estar a acuerdo en todo, cada vez estamos más cercanas). El partido feminista que dirige  Lidia Falcón  ha sido expulsado de IU y del diario Público y ella tiene varias demandas por su valiente y abierta oposición a la Ley Trans, y (la denuncia de la apología de la pedofilia que hace este movimiento) que echa por tierra la labor de defensa de los derechos de las mujeres. Cualquier niño no se puede operar de desviación de tabique sin autorización paterna, pero si puede ir solo a cambiar su DNI para ser otra cosa, o incluso empezar a hormonarse para conseguir exclusivamente ciertas señales externas que le hagan  parecer una chica aunque no llegue a serlo nunca.

Desde que se decidió que el  género era una construcción social,  como cualquier otra construcción, está al vaivén de los tiempos y las corrientes ideológicas del momento. Si en un principio fueron loables las reivindicaciones feministas, pasaron luego al enfrentamiento con el hombre y con la era Trans,  comienza el enfrentamiento de la mujer con la mujer.  Todavía no sabemos, aunque lo intuimos, cuál es el objetivo de toda esta manipulación ni el tiempo en que la sociedad tardará en despertar. Lo que está claro es que los medios que han usado son más sutiles que los usados en otras épocas no muy lejanas: han hecho una gran labor de ingeniería social.

(1) Posverdad. Lee McIntyre

(2) La Mujer, su naturaleza y misión. Edith Stein

Por PILAR CASTAÑON 
Fundadora y directora de Woman Essentia

Otros artículos de Expertos

Francia, estado totalitario

Francia, estado totalitario

El derecho a la vida en Francia, en jaque Francia ha declarado el Aborto como un derecho constitucional. A partir de ahora, los ciudadanos que, según su conciencia o sus creencias, consideren que el aborto es un asesinato podrán ser acusados de estar en contra de la...

Como superar los traumas

Como superar los traumas

A medida que crecemos, vamos siendo conscientes de los obstáculos que nos impiden disfrutar plenamente del presente. Al ahondar en ellos, podemos descubrir que están vinculados a experiencias traumáticas pasadas, palabras hirientes que nos dijeron o heridas...

Desenmascarando la Agenda 2030

Desenmascarando la Agenda 2030

Es muy difícil encontrar una mejor síntesis y resumen de la naturaleza de la Agenda 2030 que el presente documento que tengo la alegría y el honor de prologar, elaborado por el Grupo de Trabajo de Amenazas Globales de NEOS, coordinado por D. Jorge Soley. La Agenda...

Una Pequeña Historia de la Filosofía

Una Pequeña Historia de la Filosofía

El último libro de Ricardo Piñero Moral, catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad de Navarra, lleva por título  El bosque de los fil.osofos (El buey mudo, Epalsa 2024) aunque podría llamarse perfectamente “Una pequeña historia de la filosofía”....

El derecho de los padres a educar

El derecho de los padres a educar

Conciencia y derechos  ¿Qué diría usted, si siendo seguidor del Betis, enseñaran a sus hijos en la escuela a hacerse seguidores del Sevilla? ¿Qué diría usted, si siendo católico, enseñaran a sus hijos en la escuela que, en lugar de dos sexos, varón y mujer, hay...

EWTN España y todas sus actividades se sostienen con las donaciones de los benefactores.

Ayúdanos para continuar nuestra misión de llevar la luz del Evangelio a todas las familias.

EWTN España, la alegría y el orgullo de ser católicos.